El camino de la influencia...

¿Has pensado, durante estos eternos días en casa, cuál es tu camino? ¿Qué camino quieres seguir?



Esa calle pequeña llena de árboles que invita a caminar, a disfrutar del camino...sin muchas calles que la cruzan, donde la gente se conoce y saluda...dónde tú eres conocido y re - conocido...

Luego hay otra calle muy ancha, con varios carriles preestablecidos, marcados con líneas, llena de calles que desembocan a la misma, llena de gente que la transita y dónde eres uno más...

Imagínatelo ( sí, las fotos son de ayer donde una salida te permite ver la Castellana vacía pero deseosa de vida).

En función de el camino que elijas, elijamos, ...seremos. Sí si. ya sé que has oído muchas veces estos dos meses que "las crisis generan oportunidades" pero esta, de verdad, es así. 

El cambio ha llegado para quedarse. Y la influencia para construir nuevas nuevas vidas también.
Como han funcionado a la perfección las redes de ayuda, los voluntarios, la colaboración público -  y sobre todo - privada, como se ha visto que las personas, con nombre y apellido, marcan tendencias, corrientes y los caminos a seguir.  Así que, pensemos dónde queremos ir. 

Nos han sorprendido algunos ejemplos de liderazgo político, tan necesario en estos tiempos, cuanto inesperados. Porque no importan los partidos políticos. El reconocimiento, la cooperación y colaboración institucional en época de crisis es un bien frágil y valioso a la vez que imprescindible para seguir adelante. Y aquí tenéis dos ejemplos.  



Pienso en el día que entré a trabajar en el Congreso de los Diputados. Cambió mi vida. Mis prioridades. Mis pasiones. Observar, escuchar, establecer estrategias, comunicar e influir. 

Aquellos pasillos majestuosos con alfombras de la Real Casa de Tapices, bajo la atenta mirada de todos los Presidentes del Congreso de la Historia de España y que lo que más me gustó fue que, fuera del Hemiciclo, no importaban las siglas de los partidos: importaban las personas. 

Las personas, con sus emociones, valores y habilidades son las que, en definitiva, marcan los caminos de los demás. Influyen. Lideran. Y más en esta terrible crisis sanitaria en la que el Gobierno de España ni está gestionando la crisis de manera correcta ni está respetando derechos y libertades fundamentales. 

Hacen falta valores y liderazgos con nombres y apellidos. Como Ana Pastor al frente de la "comisión - parlamentaria - de reconstrucción".


Nombres y liderazgos que den seguridad, confianza. Defensa de los principios fundamentales de la democracia, concordia, consenso, negociación y llegar a acuerdos. Sin superar algunas lineas rojas. 
Porque hay que caminar contracorriente cuando no se está de acuerdo. Como hace mi querida María Eizaguirre en defensa del derecho a la información, por ejemplo. 

Ahora veo el Congreso, cada semana en la televisión o en twitter, se abusa de comparecencias presidencialistas eternas y vacías de contenido, boletines informativos de dudosa credibilidad cada sábado y me pregunto...
¿Se para alguien en Moncloa a pensar en los ciudadanos? ¿En como nos sentimos? 
¿Llega este constante goteo institucional a quién no le interesa? Y sobre todo, ¿a los que nos interesa lo institucional, cómo podemos cambiar las cosas?

Hacen falta valores de Estado y sensatez para volver a recuperar el consenso. Donde no importen los colores sino salir de la crisis que, cuando salgamos y se pueda, ya volverán a importar. 


Ya seeeee...los colores políticos importan y cada cual tiene los suyos y deber ser respetados: pero las reglas del juego también. Es como si, jugáramos al fútbol y diéramos empujones como al rugby. 

El Estado de Derecho está ya muy magullado y necesitará mucho tiempo para recuperarse.
Se han paralizado los plazos parlamentarios. 
Se han cambiado los sistemas de votaciones.
Se ha eliminado el portal de transparencia y el calendario de sesiones. 

La interlocución - hablarse y escucharse -  con las instituciones siempre ha sido necesaria pero - ahora - con la crisis que se avecina más aún. Llamar  a la puerta de las administraciones, saber lo que quieren los ciudadanos y aprender a entenderse de manera transparente es hoy, no sólo una exigencia democrática, si no una imperiosa necesidad para todos. 

"No hay plan B". Ha dicho el Presidente del Gobierno. Gracias por la confesión. 
Para nuestras vidas, tampoco. Ahora o nunca. Es el momento de la acción y de moverse. 

En una conversación salía la pregunta: ¿ por qué los funcionarios - que tienen trabajo asegurado - antes los millones de ERTES, no ceden un porcentaje de su sueldo? ¿Por qué no recude el Gobierno sus Ministerios en vez de aprobar más direcciones generales, subdirecciones y cargos en plena pandemia? cuando todos estamos "arrimando el hombro"

Mucho por hacer y por cambiar. 

Esta semana doy un webinar en la Cámara de Comercio Italiana sobre la importancia de "lo institucional" tras Covid19 porque, si quieres poner tus asuntos en la agenda político - institucional, para defenderlos, hay que colocarlos de manera estratégica, pensada y estudiada, sistematizada y analizada.  

Sectores que se han caído y necesitan reconstruirse con nuevas condiciones, nuevas realidades. 
Se me ocurren:  hostelería, alimentación, estética, despachos, multinacionales, recursos humanos, laboratorios, tiendas de moda... Todos. 

Piensa en tu sector: ¿Qué vas a hacer para cambiarlo? Si necesitas ayuda, búscala!

Pd. felicidades a las madres en este domingo especialmente, liderazgo femenino,  todopoderosas gestoras de economías domésticas en tiempos de crisis económica y sanitaria, cuidadoras de mayores y pequeños, coordinadoras virtuosas de agendas de teletrabajo, clases telemáticas, deberes digitales, tutoriales de gimnasia, salidas rutinarias controladas, compras con mascarilla y...todo sin perder la sonrisa con los más pequeños de la casa!

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